La calle más ancha del mundo se encuentra en la capital argentina. Se trata de la Avenida 9 de Julio que tiene 130 metros de ancho, famosa además porque en el cruce con la calle Corrientes se encuentra el Obelisco de Buenos Aires. El Obelisco es un monumento de 67 metros de alto, que conmemora cuatro hechos históricos importantes para la Argentina. En cada una de las caras del obelisco se encuentran grabados estos cuatro hechos relevantes.
El monumento fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch (autor además del Teatro Gran Rex), y se mandó a construir en el Cuarto Centenario de la Primera Fundación de la ciudad, en el año 1936. Se dispuso que su lugar fuera la recientemente construida Plaza de la República. En el lugar donde se colocó el Obelisco estaba antes la Iglesia San Nicolás de Bari. Este edificio antiguo debió demolerse y es el sitio donde por primera vez se izó de manera oficial la bandera argentina en la ciudad de Buenos Aires. Este hecho histórico quedó grabado en la cara norte del monumento.
La construcción estuvo a cargo de una empresa alemana, y demoró un tiempo récord de 31 días. La base tiene casi siete metros de lado, su punta roma mide 40 centímetro y tiene un pararrayos. Tiene una puerta en uno de sus lados y cuatro ventanas cerca de la cúspide con persianas metálicas. Hasta estas aberturas se llega por una escalera interna recta de 206 escalones, a la que sólo tienen acceso los encargados del mantenimiento. Dos años después de su inauguración, se produjeron algunos desprendimientos del revestimiento. Las placas de piedra fueron reemplazadas por revoque de cemento para prevenir nuevos desprendimientos.
El Obelisco es actualmente un punto de reunión para las manifestaciones, como lo es también la Plaza de Mayo. A pesar de todas las controversias y disputas que generó su construcción y remodelación, hoy el monumento es un ícono de la ciudad de Buenos Aires.
Impresionante, belleza, una de tantas que tiene este bello país.