La enorme gama de paisajes de la Argentina tiene en Bariloche un destino turístico especial, distinguido como el centro de turismo invernal más importante de América Latina. Situada en los majestuosos Andes de la Patagonia, San Carlos de Bariloche es la principal ciudad del departamento al que da nombre, Bariloche, y de la provincia donde se sitúa, Río Negro. El turismo en Bariloche es la actividad económica fundamental de la región, gracias a su magnífica infraestructura urbana y su privilegiado entorno natural.

Elevados cerros de la cordillera cubiertos de nieve, lagos plácidos como un espejo, abundantes árboles nativos y variados ejemplares de la fauna autóctona componen el paisaje ecológico incomparable del Parque Nacional Nahuel Huapi, junto al cual se ubica San Carlos de Bariloche. La ciudad tiene su eje lacustre el Lago Nahuel Huapi, en torno al cual se extienden las altas montañas de la cordillera formando una postal inolvidable.

San Carlos de Bariloche, ciudad cultural

Este impresionante marco natural da refugio a una ciudad cautivante en sí misma, donde la infraestructura moderna con sus avanzados servicios turísticos y comerciales se mixtura con las tradiciones montañistas que la vieron nacer como pequeña villa andina a principios del siglo XX. Región de los indios mapuches, el interés turístico que despertó Bariloche con sus laderas inmejorables para el esquí pronto resultó en el desarrollo de una magnífica ciudad.

El Centro Cívico, fundado a finales de la década del treinta, es el símbolo de ese impulso turístico de Bariloche, inspirado en la pintoresca arquitectura de las villas alpinas. Varios museos y centros culturales se emplazan en el área urbana de la ciudad, con interesantes propuestas para los turistas. La Catedral Metropolitana de Bariloche, una de las más bonitas del país, es otro foco de gran atracción entre los visitantes. Para los numerosos grupos de jóvenes que llegan en invierno, la noche barilochense se abre con un abanico de alternativas para salir a bailar y divertirse. También son emblemáticas las numerosas chocolaterías distribuidas por toda la ciudad, que ofrecen a los turistas chocolates de alta calidad conocidos en todo el mundo.

Naturaleza y aventura en el paisaje de Bariloche

Los amantes del esquí encuentran en los cerros de Bariloche un escenario estupendo para esta actividad. Entre junio y setiembre, los meses invernales, la nieve forma pistas naturales que convocan a miles de aficionados. El Cerro Catedral, el más alto de Bariloche, es también el centro de esquí más importante de la región, donde expertos y novatos se reúnen a disfrutar la adrenalina de los deportes de nieve. Los viajes en teleférico y los miradores a lo alto de las montañas son clásicos paseos por los relieves patagónicos.

En primavera y verano, el ecoturismo tiene su cita en las impactantes reservas forestales  a orillas de los lagos. El centenario Bosque de Arrayanes, la mítica Isla Victoria, el panorama del Cerro Campanario, la península de Llao Llao… Los paisajes de Bariloche se concatenan en estampas fascinantes. La época cálida es ideal para la pesca y los deportes acuáticos. Los días calurosos de diciembre a marzo invitan a tardes de playa en los balnearios de Bariloche.

Nieve, playa, bosque, montaña, cultura, tradición y servicios de primer nivel, todo en un solo destino. Desde grupos familiares hasta adolescentes e intrépidos aventureros, todos encuentran en Bariloche incontables opciones para disfrutar de una estadía de ensueño.